martes, 12 de noviembre de 2013

No se como calificarlo.

Lo vivido ayer en la Basílica de la Macarena no es fácil de explicar. La tensión acumulada durante varias horas esperando el resultado. Los mensajes de móviles y las redes sociales anunciando el previsible triunfo de García y, sobre todo, la llegada de este al presbiterio para escuchar su proclamación, desataron las emociones entre sus simpatizantes.
De la tensión se pasó a la alegría y, de ésta, a la histeria. El sacerdote anunciaba los resultados y la Basílica aplaudía; leía los nombres de las personas que acompañan a Manolo García en la junta de gobierno y los allí presentes ovacionaban cada nombre e, incluso, los coreaba. Todo ello, ante el semblante serio de los miembros de la candidatura de Agustín Bello-Conde que, aunque aceptando el resultado, algunos mostraban su malestar por la agitada celebración en mitad del templo.
Pero es evidente que hay cosas imposibles de controlar y, en este caso, la tensión ayer acabó saliendo a borbotones.
Vídeo HD: José Javier Comas Rodríguez

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