miércoles, 25 de septiembre de 2013

Verdades como puños.

Fernando Aguado: "Debemos de dejar de mirarnos el ombligo porque aquí no somos los mejores"

Atención, se abre en una ventana nueva. PDFImprimirCorreo electrónico
Fernando Aguado en su taller
¿Cómo ve el estado actual de la imaginería procesional?
Afortunadamente hay compañeros que hacen trabajos de muchísima calidad, tanto por valía propia como por preparación académica y de oficio.. Esa es la corriente positiva que veo, pero a la vez veo otra que se dedica a copiar a otros autores, pasados y contemporáneos a nosotros, y una tercera de bajísima calidad que no creo que sea digna ni de recibir culto ni de procesionar.
 
¿Sigue siendo Sevilla la referencia de la imaginería procesional?
Yo creo que es que aquí había mas imagineros antes o se daban más a conocer, pero hay profesionales en Andalucía y España de un nivel altísimo. Creo que debemos de dejar de mirarnos el ombligo porque aquí no somos los mejores, ni mucho menos. A mí me importa la calidad allá donde la encuentre.
 
¿Consideras una buena dualidad el ser restaurador e imaginero?
 Si siempre y cuando se tengan claros los criterios de cada parcela. El ser imaginero te aporta conocimientos de construcción de las esculturas y de comprensión y dominio del color a la hora una limpieza o una reintegración. Se trata de respetar y de saber qué se tiene que hacer con cada obra, siempre que sea a favor de la conservación de la obra. Me obsesiona el carácter devocional de las restauraciones, y quizás el ser imaginero me ayuda a eso.
 
¿Un imaginero puede ser un buen restaurador?
Claro que sí. Es más, se puede ser un buen imaginero y un mal restaurador y al revés. Son dos cosas diferentes que se pueden complementar, incluso a la hora de hacer una obra nueva se puede tener ya un criterio de prevención pensando en la conservación de la pieza.
 
¿La proliferación de imagineros puede hacer daño a la profesión?
Si siempre que su trabajo no sea digno. Otra cosa es la competencia desleal y el tirar los precios por los suelos, que se hace y mucho. Eso es lo que creo que hace más daño porque cada uno intentamos dignificar la obra con cada una que sale de nuestras manos.
 
¿Qué opinas de IAPH?
Es una empresa que fue publica y ahora es privada. Desde mi desconocimiento no sé hasta que punto se han beneficiado a la hora de sus infraestructura , mucho mejor que la de cualquier restaurador particular, pero eso sí…las intervenciones dependen del restaurador que la intervenga. Y así, hay algunas que me han parecido magníficas y otras no tanto. De hecho las Hermandades no siempre los eligen. Al fin y al cabo es una empresa detrás de la mano del que actúa sobre la imagen, cuyo trabajo es el que juzga el pueblo. La gente no mira los informes históricos ni las radiografías ni los análisis de muestras. Miran que le devuelvan a su imagen o a otra que les recuerda. Como e todo, para mi opinión ha hecho trabajos que me gustan y otros que no.
 
¿Crees que las hermandades ya se están concienciando del mantenimiento integral de sus titulares?
 Si y mucho, por fortuna para las propias cofradías y para las obras, siempre y cuando quién las conserve tenga preparación suficiente para hacerlo. A partir de ahora será más difícil que obras ya restauradas correctamente sufran intervenciones fuertes por una mal estado de conservación.
 
¿La restauración del Señor Cautivo de Santa Genoveva ha sido uno de tus retos más importantes?
 Si, por la trascendencia profesional y personal. Ha sido una restauración más compleja de lo que la Junta de Gobierno y yo pensábamos. Pero ha venido en un momento muy especial , y el Señor Cautivo no es cualquier Imagen para mí por lo que a ella me une. He tenido la fortuna de haberlo tenido conmigo, y la responsabilidad de devolver a la Imagen a la que le han rezado los años. Así me lo ha manifestado mucha gente del barrio, la gente que lo ve a diario, y todos ellos me repetían “ es mi Señor”. La Junta está encantada con el trabajo y yo también. No he hecho la mejor restauración para El Cautivo, sino la mejor que yo he sabido hacer.
 
¿Cuál es tu sueño a nivel profesional con las cofradías de Sevilla?
Seguir trabajando para ella. Ya con lo que estoy haciendo me puedo dar con un canto en los dientes, pero si deseo algo es que se respete más a la Semana Santa y a los que trabajamos para ella. Creo que la gente se olvida cuando intenta hacer daño que esto es el pan de nuestras casas, para el resto de la gente la Semana Santa es una afición , un hobby, una devoción, pero nosotros comemos de esto, y eso merece mucho respeto. Y por desgracia, cada día veo más frivolidad alrededor de ella, y es una pena porque es un insulto a la cultura, a la historia y lo más importante, al corazón de muchas personas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario